Por estas horas los pájaros saludan
su armisticio con la noche
negras mariposas
empapelan el acontecer de la luna
y quedamos atrapados
en el pecho azul de un agua
comprometida con
la tarde
que más y más se oscurece
a medida que rodamos por el sueño
entre juncos y lagunas
y cobrizas gitanas sin trenzas
que salen del
mundo
con los dones de la adivinanza
perdidos
sobre el duro silencio de la tierra
y vagamos a tientas
sin nadie que nos reconozca
hasta que despacio
la luna desaparece
en la grieta de nuestras sombras.
Cuando las sombras se anuncian y el silencio atrapa, la luna se filtra entre las grietas y el poeta sueña.
ResponderEliminarGracias querida Celia
Ofelia