sábado, 21 de noviembre de 2020

                     


Todo huele a espejismos

dibujados por la cornamenta

de los caribús

esas criaturas majestuosas

que pasan flotados en la niebla

venteando líquenes

mientras miran de perfil el cuerpo

ofrecido en sacrificio

al canto altísimo de la alondra

             ausente

sobre el derramado escalofrío

             del Yukón.