Aquél con quien no buscabas encontrarte
con él llegas lección de soledad
para que sea – tuyo
para que sea sólo - tuyo
después de las glicinas
en esa vocación de aroma y penumbras
que desbordan los patios
después de los costados azules de la noche
dándole la espalda a la piedra
y el centurión del viento quemando la vida
el patio sí – la casa
el hombre en sueños enmarañado
desde la mansedumbre fija de sus ojos
rocía con despedidas a la infancia
pero no como respuesta a la muerte
sino como un nuevo orden después de la carencia
el autor de la memoria compartida
del sonido prodigioso de la risa
el hombre con el que caminas por la calle
caminas a ciegas – con él
empujada por la tentación de ser el único huésped
y amar con las manos la lejanía
el patio sí – la casa
el rumor de la glicina en la hoja de papel.
"el autor de la memoria compartida
ResponderEliminardel sonido prodigioso de la risa
el hombre con el que caminas por la calle
caminas a ciegas – con él"
A ciegas, con aquel que compartimos el camino, aún en lejanía, aún siendo un rumor en la hoja de papel.
Gracias poeta