a Chavela Vargas
Apenas dibujada bajo la luz de los faroles
hace tiempo presentida
como un fragmento
he vuelto a verla
cantando
alma susurrada del alcohol
sonido de sangre que sueña
adentro de una copa volcada
grito de tierra que no muere nunca
también ella alguna vez fue una niña
y estuvo sola
y dejó que el diablo le cubriera los ojos
como en tiempos lejanos
la pasión lo hiciera con el ángel
también a ella
la noche le devoró las alas.
(De: De secretos y volcanes - 2001)
Bello homenaje a la que se fue sin que muchos casi se dieran cuenta, en medio del ruido blanco, de las palabras bastardas y los gritos roncos de este tiempo terminal, acabado.
ResponderEliminarNos queda sin embargo su voz que se difracta en este poema tuyo y en su misterio; como en la voz de Sabina, y en todo lo que arde de aquella vieja pasion que no matan las cenizas.
Un gran abrazo
Ale
Sí, pasó casi desapercibida su muerte. El tiempo terminal atiende sus estados de "lleno".
ResponderEliminarGracias, Ale.