Yo
me había nacido en espesura de nogales
me
había nacido con las uvas madurando
en
la bordura de la acequia
y
de las nubes del alba
me
había nacido
en
los ojos del potro bayo
en
su quieto olor caliente me había nacido
en
el deseo de morder la luna
ahuecada
en las higueras
y
en el cortejo del sueño
columpiando
mariposas me había nacido
en
la videncia amarilla del puma
en
el azaroso andar del zorro
en
la ese de la víbora barriendo
la
luz del lucero me había nacido
con
el murmullo de las chalas
la
oración de los coyuyos
el
sentimiento de lo azul
carbonizado
en el brasero de la noche
violín agua de lluvia firmamento
urdimbre
donde yo me había nacido.
Me quedo con éste, el poema XXXIII y el de quisiera volver a la infancia contigo. Excelentes, profesora.
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