Después
en la noche vuelo
y piso tormentas
separo un montón
de sombras
limpiándose
los ojos en el espejo
la erupción de lo
siniestro
vagando el mundo
del sueño
descubro la
esquirla de un poema
aquello que soy
capaz de salvar
cuando la ciudad
me cubre de escombros
recorro el cielo preservado
sobre la hoja del
ginkgo biloba
en el
diván oriental de Weimar
y no ceso de
asombrarme
del nido de agua
en el centro de la piedra
ni bien la toco
sale a ondularme
su montaña.
(Inédito)
(Inédito)
Bello poema!!
ResponderEliminarUn cariños!!
¡Gracias!
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