Es otra muerta
la muerta crucificada de blanco
en lo que de
fronterizo posee la mañana
es otra furtiva y
ajena
pero es la misma
que siempre llega
para ser recordada
hasta el final
de todos los días
a veces entre
sueños
a veces en la
tensión de la luz
removiendo la
resaca tibia de la noche
anillada a los
barcos que pasan
y dejan sus marcas
en los vidrios de la ventana
es otra la muerta
que deambula
compartiendo
conmigo el delicado placer
de ver a las
golondrinas perderse
adentro de un
cielo curvado de astros
sin dejar huellas
como quien se
sumerge en una intimidad
jirón de nada.
(Inédito)
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