sábado, 25 de junio de 2011

Lilas de Agua (1895) Isaac Levitan

Poema 33

                     III

Alguien que me escuche
antes del vértigo de la partida
la cizaña del sordo
el ojo que no sabe volar
violines que me encuentran
y me lavan
seremos luz
viento de luz
sin hogar en el mundo
sólo en la luz
vértigo del vino derramado
acunando fisuras
patria sin nombre
dicen sin alma
puente sin alma
camino calles perdidas
sin fronteras
una música quieta
me alumbra
la otra parte del mundo
es tan bella
pero tan bella
como la madre
sin muerte
y sonriendo.


(De: Detrás del Hilo Azul - 2010)

Poema 22

Noche en puertos, azul como de lágrima,
fulgores de un leño centelleante
y tragos de música murmurados de madrugada,
por el apego que tengo de ver el mundo
abriéndose en octubre a las calandrias.
Y este goce inmensurable de beber
con amigos el vino iluminado,
íntimo dios que nos jinetea el alma
y la despena,
cayéndose en pasiones por los días,
para dejarnos después desnudos
en medio del saber altísimo de la vida,
          libres,
                   pensativos
                                   y solos.

(De: Detrás del Hilo Azul - 2010)

sábado, 18 de junio de 2011

Espacios

Soplaba el viento
y hacía tu cuerpo el olor de mi piel.
Palpaba espacios el infinito
mirando cumbres ilusorias
en azul de agua y firmamentos.
Vagábamos asombrados,
plenos del sabor de claridades.
Despiertas entre nubes las manos
saciaban lo prohibido
y se colmaba de soledad la lluvia
que no podía ya tocarnos.
           Afuera era adentro.

domingo, 12 de junio de 2011

Poema 21

Tres álamos en la esquina de una calle,
cuando aun sucede el otoño
con sus días deslizándose bajo la lluvia.
Pronto dejarán un montículo de hojarasca
y se mirarán desnudos y solos,
flexibles huesos en vértice
                           sorbiendo el cielo.


Camino entre palabras prudentes para nombrarlos.


(De: Fin de lo Perdido - 2007)

domingo, 5 de junio de 2011

Cuadro Invernal

Algo deshecho en el agobio del mundo


Algo deshecho en el agobio del mundo
sustenta permanencias todavía,
un cuento de cristales rotos,
la pasión y el hambre tenaz
de búsquedas que siempre vuelven
por la boca de arena que te nombra,
arrojándote lejos de todo vínculo
que nos comprometa con la pena.
Cuando ocurre lo indecible,
descubro la verdad de la tregua
en la transparencia del silencio.
Lo tuyo y lo mío, todo tan extraño.

Aguardan callados los espíritus del agua.
Hay razones que son del viento.

 ( De: Exhumación )