viernes, 15 de noviembre de 2019

En el Día del Poeta Catamarqueño creado para conmemorar el natalicio de Luis Leopoldo Franco un 15 de noviembre de 1898



                                     APOTEOSIS DE LO SECRETO   


Ritualmente lavado de impíos temores,
yo, varón callado y ardiente,
desciendo de mi soledad para cantarte, 
flor profunda de mujer.

Divina herida que aumenta en su cuerpo lo dulce
como picadura del pájaro en la fruta.
Forma de misterio pura
cual la del rastro del ciervo en la tierra nevada de junio,
(negro puro, de ciervo calcado en el orbe de la luna),
escondida más que el más escondido rincón del bosque
en la arrebatada y soñadora creación de la desnudez.
Dédalo de la suavidad
o espejo colgado sobre el abismo.
Vellón de refugio, 
digno de enredarlo en flores como una cabellera, 
augusto como la barba del hombre augusto.
Aroma turbador de su fertilidad,
total aroma inmerso como el del mar o la noche.
Corazón no menos entrañable que el otro
en que duerme la hondura del ser
para su despertar en el paraíso ofrecido.         De: SUMA (1938)


Luis Franco rechazó la invitación de Enrique Banchs para ser miembro de la Academia Argentina de Letras. Entre otras palabras, dijo: "Yo, señor, rasgado de ojos y de corazón, limpio de conciencia y de ahorros, de suerte oscura y risa clara, nací y vivo en un lugar tan huido - betlehemita soy - que amagando juntarse en él los rieles (¿las paralelas no se juntan en el infinito?) el tren no ha podido acercarse..."

martes, 5 de noviembre de 2019




Restos de liturgias guardan
la bolsa azul de la canción
que acerca los peces
a parajes íntimos del agua
un caballo insiste en volar
sobre los árboles 
un loco en Cristo danza
en la estepa inmutable
atavismos del príncipe Mishkin
velando a Nastasia Filípovna
en un aula de Buenos Aires
gotas de luz
instantes apenas
de seducción por la belleza
y el rumor de los peces que avanza
buscando la canción del pescador
del otro lado del mundo.