lunes, 3 de junio de 2013

Cada sol que se crispa

Cada sol que se crispa
entre el comienzo del camino
y el zarpazo del viento
es un puñal incendiando el cuerpo
de esta tierra sin palabras
que oculta el rostro y su olor en la piedra
que no me piensa
y cuyo canto de insectos
en medio del silencio fascinado
juega a seguir olvidándome como juegan
los santos con sus flores de papel descolorido
                     olvidándose
en la vieja capilla de adobes cascados
de Santa Teresita de Mazán allá en La Rioja
con nidada de telarañas y lagartijas ciegas
                 abierta a la intemperie de la noche
y sus astros
que suelen quedarse dormidos adentro
flotando en rezos
y se despiertan cuando llega el alba
  y se van
    se van de vuelta al espacio infinito
        y queda la capilla con sus santos despintados
            y sus lagartijas
                y queda esa tierra como un lugar sagrado
                       de puro olvido.


(De: Irrintzi - 2009)

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