viernes, 11 de febrero de 2011

Poema 2

Las mareas vienen murmurando
caricias de ahogado,
sueltas en dedos de greda
y en sus pupilas inciertas descubro
está mirándome la cordillera.
El viento quiere caerse en mi frente
junto a un rayo de luz que culmina su viaje
de otros mundos,
demorando su cansancio
en esta boca que está por nombrarte.

La noche habla ya como cuerpo
encelado,
amante ciega entre dos orillas,
especie de misterioso arcano
que anda buscando en mí
lo que es de ella.
Apretado torrente de secretos,
jadeante guitarra astillada
después del canto,
en ceremonia de partida.

Llevo el silencio de tu voz
y tus poemas,
el vino de la última tarde
y nuestra lejanía
cruzando el río.



(De:  Detrás del Hilo Azul - 2010)